De qué hablamos cuando hablamos de trabajo ágil

En los últimos tiempos se ha venido abusando del término «ágil», a menudo equiparándolo erróneamente con «móvil». Sin embargo, se trata de un concepto interesante para satisfacer mejor los complejos requisitos del trabajo en el futuro. Proviene del campo del desarrollo de software y no es más que un enfoque del trabajo orientado a los procesos. En la actualidad se están utilizando métodos de trabajo ágil en numerosas ramas de la industria para lograr resultados rápidamente, ser más flexibles y responder a los clientes de manera aún más específica. La premisa es que el entorno y, por lo tanto, los requisitos cambian constantemente y que la rápida adaptabilidad conduce a una mayor tasa de éxitos. La agilidad debería contribuir a mejorar la cooperación entre departamentos, a generar más transparencia y una mejor comunicación, y a aumentar tanto la productividad como la motivación de los empleados mediante una mayor responsabilidad. La divisa: probar, aprender y adaptarse, en muchos casos en colaboración con otros (aprendizaje social).

Y los estudios lo confirman: las personas que trabajan en equipo innovan más rápido, logran mejores resultados e informan de una mayor satisfacción laboral. Las empresas que promueven la colaboración en el espacio de trabajo tienen cinco veces más probabilidades de ser eficientes y rentables. No en vano, las empresas dependen de su capital social: sus empleados.

Entornos de trabajo inteligentes para un mejor rendimiento

Los puntos fuertes de los equipos varían. Hay pocas cosas de su trabajo que se asemejen a lo que hacían en el pasado. Su día a día está marcado por un interminable intercambio de información e ideas, con rápidos ciclos de iteración. Sus tareas son interdependientes y sus proyectos son fluidos. Por lo tanto, lo que se necesita es un entorno de trabajo/aprendizaje inteligente que tenga como objetivo dar apoyo al aprendizaje y a los procesos ágiles de la manera más eficiente posible, de tal manera que se pueda aumentar el rendimiento. Si se adopta una visión integral del complejo sistema humano, esto también incluye la capacidad de moverse regularmente durante la jornada laboral.

agiles Lernen Arbeiten Workshop selab — Con la familia de productos se:lab, se puede crear un entorno de trabajo y aprendizaje inteligente de forma rápida y sencilla.

La familia se:lab ofrece soluciones para un trabajo ágil

La mayoría de las personas sigue considerando los procesos de pensamiento como una habilidad abstracta separada del cuerpo. Nuestra mente tendría poco que ver con el funcionamiento mecánico del organismo. Sin embargo, cada vez más investigadores hoy en día cuestionan esta idea. Después de todo, los humanos somos un sistema altamente complejo en el que predominan constantemente las funciones de interacción física, mental y psicológica, y en el que influyen los estímulos ambientales. Como demuestran los estudios de psicólogos y neurocientíficos, los procesos físicos (movimiento o actividad física) influyen en el pensamiento mucho más de lo que se suponía anteriormente.

El movimiento fomenta la productividad

Hace mucho tiempo que conocemos los beneficios para la salud de un estilo de vida activo. Incluso el médico más famoso de la antigüedad, Hipócrates (460-370 a.C.), reconocía la conexión entre el movimiento, la actividad y la salud: «Todas las partes del cuerpo destinadas a funcionar permanecen sanas, crecen y tienen un buen envejecimiento cuando se utilizan con moderación y de la forma acostumbrada. Pero cuando no se necesitan, son más propensos a las enfermedades, no aumentan de peso y envejecen prematuramente». Hace ya más miles de años la gente meditaba y discutía mientras caminaba. Se enseñaba y aprendía de pie y en el suelo en posturas alternas. Los seguidores de Aristóteles recibieron el nombre de peripatéticos (del griego peripatêín, que significa «deambular»), porque adquirían sus conocimientos mientras caminaban por grandes salones. Los vestíbulos y paseos de los monasterios e iglesias de la antigüedad también son una prueba de que el movimiento servía para dar apoyo a la actividad espiritual y a la concentración.

Hoy en día, este comportamiento encuentra un renacimiento en lo que se conoce como «walk and talk». De hecho, los últimos estudios confirman la influencia positiva del movimiento moderado y sobre todo voluntario en el pensamiento. Si los sentidos están en equilibrio, el ser humano está en equilibrio. La evolución ha creado cerebros para el movimiento. Si una persona permanece demasiado tiempo sentada, si tiene todo a mano y no necesita moverse, su complejo sistema se desequilibra y esto perjudica tanto el aprendizaje como el trabajo ágil.

Fomenta los cambios de postura y el movimiento en el trabajo: la mesa motorizada temptation c speed