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¿De qué hablamos cuando hablamos de trabajo híbrido?

En un momento inusualmente oportuno, la palabra del año 2022 según The Economist fue «trabajo híbrido». Sin embargo, a pesar de su omnipresencia, en los últimos meses ha cundido la sensación y abundan las afirmaciones de que nadie sabe realmente lo que es el trabajo híbrido (y eso, a pesar de que millones de personas trabajan ya así). En vista de lo sorpresivo de esta circunstancia, el propósito de este post es precisamente tratar de explicar qué es y qué no es el trabajo híbrido.

En los círculos del mundo de la oficina tenemos un historial bastante problemático a la hora de definir y utilizar términos, de ahí la crítica a la prensa generalista por utilizar el término «híbrido» sin ningún atisbo de coherencia (y rubor). La confusión a la hora de definir términos queda perfectamente reflejada en la página web de la Agile Organisation. Por fuerza, tiene que haber un camino más sencillo.

El propio término «híbrido» hace referencia a algo que se hace combinando dos elementos diferentes. Como tal, en los primeros días de la pandemia se anteponía naturalmente a «trabajo» para referirse a pasar tiempo trabajando en la oficina y (como era la obligación en aquel momento para muchos) en casa.

La inconveniencia del término «trabajo híbrido» se debe a que híbrido se añade como calificativo de trabajo, como si describiera una característica del trabajo, en el sentido de que, en sí, consta de dos elementos diferentes. Pero no tiene nada que ver, el trabajo es el mismo aunque los métodos en cada lugar puedan variar ligeramente. Y por eso es mejor utilizarlo con trabajo en su forma verbal (trabajar) y no como sustantivo: trabajar de forma híbrida.

Un inciso: llegados hasta este punto, cabría suponer, aunque parece que no es así, que no existe tal cosa como un «espacio de trabajo híbrido», a menos que comprenda dos tipos diferentes de espacio. Por ejemplo, una oficina y un taller de prototipado. Si no pasa esta prueba del algodón, aunque sea un espacio que apoye y permita trabajar de forma híbrida, no es un espacio de trabajo híbrido.

Trabajo híbrido
La posibilidad de teletrabajar es parte inherente del trabajo híbrido

Afortunadamente, si consideramos el término «hibridez», las cosas se simplifican, ya que nos encontramos con lo que generalmente se considera simplemente una mezcla, sin una limitación específica a dos elementos. Esto permite que el trabajo híbrido se extienda más allá de los límites de la oficina y el hogar, para abarcar cualquier espacio que convenga. Con el fin de los confinamientos (y de la fase pandémica de la COVID-19), muchos volvieron a la práctica de trabajar en cafeterías, bibliotecas, hoteles o cualquier otro lugar a la sombra, y la idea del trabajo híbrido como una dualidad oficina-casa pasó a resultar insuficiente. Entre otros motivos, porque tampoco se especifica a qué tipo de oficina se refiere.

En este caso, si bien el trabajo híbrido se centra principalmente en dos lugares, podría decirse que ahora tiene sentido considerar que no se limita a un único espacio de trabajo.

Trabajo híbrido: uno y trino

Existe un problema residual por términos como «trabajo a distancia», «trabajo repartido» y «trabajo en cualquier lugar», ya que se refieren a no trabajar exclusivamente en una oficina, pero podrían abarcar claramente más de un espacio: el hogar y un espacio de coworking, por ejemplo. Así pues, el concepto de trabajo híbrido debe incluir por definición una oficina de la empresa. Si no se da esta circunstancia, se aplicaría otro término.

Ya estamos llegando a algún sitio… ahora bien, ¿qué pasa con la interacción del «trabajo híbrido» con otros términos utilizados antes de la pandemia? Principalmente el trabajo «flexible» y «ágil». Estos son especialmente problemáticos, ya que han comenzado a entremezclarse, como es el caso de la definición de la organización ACAS, que afirma lo siguiente: «El trabajo híbrido es una forma de trabajo flexible en el que un empleado divide su tiempo entre la oficina y el teletrabajo».

Esto es a la vez inútil e incorrecto; hay una manera más simple de considerar los tres términos y de ver cómo podrían complementarse entre sí para crear una imagen integral:

  • DÓNDE: trabajo híbrido (hibridez): el espacio físico en el que trabajamos.
  • CUÁNDO: trabajo flexible (flexibilidad): el horario y los días de la semana en los que trabajamos.
  • CÓMO: trabajo ágil (agilidad): los métodos, procesos y tecnologías que utilizamos para realizar nuestro trabajo.

No se trata de una ciencia exacta, sino simplemente de un reflejo de la idea de que podemos elegir cuándo, dónde y cómo trabajamos. Y, sin embargo, evita la necesidad de mezclar y jerarquizar, dando por sentado que una cosa es más importante que la otra. Todas las formas de trabajo son importantes. Podemos tener uno o más y no otro(s).

También nos libera, nos exime de centrarnos únicamente en el trabajo de oficina, ya que los tres son aplicables a todas las formas de trabajo. Sin embargo, esto no significa que cuanto mayor sea la hibridez, flexibilidad y agilidad asociadas a una función, más avanzada será. Un cirujano, por ejemplo, puede desempeñar una función muy flexible en un hospital utilizando una combinación de procesos manuales predeterminados con el apoyo de tecnología avanzada. Una operación no es un momento para la experimentación de «prueba y error rápidos». Es una función muy regulada, y con razón.

Un nuevo contexto

Por tanto, cada término tiene un perfil en relación con el grado en que se aplica y la forma, que simplemente añaden contexto sin afectar a la definición. Y ahí radica gran parte de la confusión. No hay límite a las características que podemos aplicar, pero he aquí algunos ejemplos, teniendo en cuenta que tampoco son fijas y pueden variar en cada momento:

  • Derecho: ¿Podemos solicitar y se nos concede la libertad de trabajar dónde, cuándo y cómo queramos? ¿Es contractual o informal?
  • Obligación: ¿Nos dicen dónde, cuándo o cómo trabajar? ¿Es una recomendación? ¿O depende enteramente de nosotros?
  • Ejecución: ¿Qué ocurre cuando no hacemos lo que se nos pide con respecto a cuándo, dónde y cómo trabajamos?

También se puede afirmar que en las últimas décadas cada una de las tres características de una función ha seguido una trayectoria de progresión, y seguirá haciéndolo en aquellas funciones, disciplinas o profesiones en las que sea factible y tenga sentido. El trabajo híbrido ya está aquí, es la corriente dominante, pero al igual que ocurre con la flexibilidad y la agilidad, existe en un estado tanto de oportunidad como de riesgo.

Espero que este intento de explicación funcione. Ha sido útil en el curso de mi trabajo hasta ahora. Volvamos a The Economist para cerrar: «Como moneda de cambio, el trabajo híbrido no es ninguna belleza. Pero cambiará la forma de las ciudades, las carreras profesionales, la vida familiar y el tiempo de ocio». Algo que, por otro lado, también harán el trabajo flexible y ágil.

Es la trinidad del trabajo.

Artículo publicado originalmente por Neil Usher en el blog Workplace Insight, la publicación online sobre el mundo de la oficina más importante de Reino Unido.

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