TO SEDUS WEBSITE

Presiona ENTER para ver los resultados o ESC para cancelar.

Diseño de oficinas y el efecto mariposa

Tal vez recuerde una idea conocida como el Efecto Mariposa que se popularizó hace unos años. Por expresarlo de forma resumida: el aleteo de una mariposa en China podría causar un huracán en Nueva York. Encapsula la idea de que los cambios en las condiciones locales en un sistema global complejo y dinámico pueden tener consecuencias de gran alcance y posiblemente imprevistas.

Aunque su origen está enraizado en la ciencia de la Teoría del Caos, el principio se ha utilizado para describir cómo funcionan las cosas a escala global en muchas áreas de nuestras vidas. De hecho, también se utiliza para explicar cómo las ideas que surgen en una parte del mundo como resultado de las condiciones locales pueden influir rápidamente en el pensamiento a escala mundial, llegando hasta el punto de que pueden desbancar rápidamente a la legislación y cultura de otro punto del planeta.

Hay muchos ejemplos de este tipo de cosas. Durante algún tiempo, Europa occidental ha sido considerada globalmente como uno de los pioneros de la innovación en el espacio de trabajo. Esto se debe en gran medida a las condiciones locales, que hacen que este enfoque del diseño y la gestión de las oficinas sea esencial.

Estas condiciones incluyen la legislación y la cultura locales, que hacen que resulte esencial centrarse en la productividad y el bienestar de los empleados, el crecimiento de la «economía del conocimiento», la escasez de empleados en sectores empresariales clave y la disponibilidad y el coste de los inmuebles comerciales, especialmente en grandes ciudades como Londres, París y Frankfurt.

En otras palabras, el diseño y la gestión innovadores del espacio de trabajo pueden prosperar precisamente porque Europa cuenta con la mezcla idónea de una mentalidad correcta y atributos positivos y una serie de retos potencialmente adversos que hacen que la innovación sea esencial, ya que está fundamentalmente enraizada en el enfoque que estos países adoptan respecto a cuestiones culturales como el bienestar y la productividad de las personas. Estas diferencias regionales pueden producir microclimas de innovación y regulación que pueden tener un efecto en la forma en que otros países del mundo abordan el problema en su conjunto.

Los gobiernos no siempre pueden seguir el ritmo, aunque hay señales positivas de que adopten un enfoque internacional. Sin embargo, la legislación tarda tiempo en desarrollarse e implementarse e inevitablemente se queda atrás de las demandas de los compradores. Esta demanda de algo más y mejor puede alimentar la innovación a nivel local y, en el caso de las multinacionales, impulsar el cambio directamente a escala mundial.

Aunque es un reto, esta es a menudo la forma en que se produce el verdadero cambio. A pesar de todo el trabajo que podemos hacer como organización en términos de investigación y desarrollo, no hay nada como un cliente diciéndonos qué es lo que realmente necesita como forma de medir cómo está cambiando el mercado.

Es precisamente este enfoque de abajo hacia arriba para el desarrollo de nuevas ideas lo que permite hacer frente a los nuevos desafíos. Las condiciones locales, comunicadas por las demandas de los clientes, con soluciones creadas por grandes diseñadores, gestores y fabricantes de espacios de trabajo, producen un resultado final que puede ser compartido a escala global, algo de lo que nos beneficiamos todos en última instancia.

Danzar al son de un nuevo ritmo

Un gran ejemplo de ello es la manera en que empresas pioneras como Sedus han respondido al cambiante mundo laboral y a las nuevas tecnologías con productos que ofrecen soluciones a desafíos globales compartidos.

Estas soluciones no se basan únicamente en el diseño de un producto ergonómico, aunque este punto resulte esencial, sino también en la apreciación de las cambiantes relaciones entre las personas, las formas en que trabajan, los lugares en que lo hacen y los dispositivos con los que trabajan.

Además, muchos de nosotros nos beneficiaríamos de variar frecuentemente la postura en la que trabajamos a lo largo del día. Productos como las sillas pueden ayudar al haber sido diseñados y ajustados para fomentar el movimiento, como demuestra se:motion, pero la cultura corporativa y los patrones de trabajo son igualmente importantes para animar a la gente a moverse más.

La ergonomía es una cuestión que depende de todo el espacio de trabajo, no solo de una estación de trabajo individual. Las claves son el «know-how», la cultura de trabajo y la variedad. Según se extiende la conciencia de estos problemas desde los pioneros locales, los efectos pueden sentirse en todo el mundo a medida que la gente comprende la importancia de utilizar la tecnología de la manera más apropiada, la necesidad de moverse incluso mientras están sentados y la oportunidad de levantarse y moverse siempre que sea posible.

Click to rate this post!
[Total: 0 Average: 0]