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El trabajo flexible sumará 7.224 millones de euros en la próxima década a la economía española
El trabajo flexible es una tendencia al alza, sobre todo, debido a la apuesta de las grandes empresas por la descentralización de sus espacios de trabajo y el fomento de políticas de flexibilidad. El objetivo de estas es mejorar el bienestar de los empleados, ahorrar dinero en desplazamientos e instalaciones y aumentar la productividad.
Pero, además, está teniendo un efecto secundario: el florecimiento de las ciudades secundarias y del extrarradio de las grandes ciudades. Así, según un estudio de Regus sobre el impacto socioeconómico de las oficinas flexibles en 19 países estratégicos, el crecimiento de este tipo de espacios contribuirá al desarrollo de la economía en aproximadamente 229.000 millones de euros en los próximos diez años.
Este desarrollo de las zonas suburbanas se generará a través de la creación de puestos de trabajo, la dinamización del comercio y de los servicios de la zona, la mejora de la productividad y la aparición de nuevas oportunidades laborales para los residentes locales.
El caso de España
En el caso de España, el segundo país de Europa donde más ha crecido el extrarradio en los últimos 50 años (+139%), las empresas con oficinas flexibles y sus empleados generarán 7.224 millones de euros anuales en valor añadido bruto a la economía nacional. Además de los beneficios económicos a nivel local por el aumento de espacios flexibles en áreas metropolitanas, que albergarán para 2029 a casi 105.000 trabajadores, debe sumarse el aumento de las oportunidades laborales, con un potencial de 59.000 empleos para los residentes locales.
El estudio también calcula el tiempo que se ahorrarán los trabajadores en desplazamientos y que destinarán a su vida privada y ocio, en total, más de 152.000 días anuales para 2029. En cuanto al impacto medioambiental, gracias a la reducción de los desplazamientos, el estudio prevé un ahorro anual de emisiones de CO2 superior a las 46.000 toneladas. Además, un menor impacto medioambiental se traduce en una mejor salud, lo que, a su vez, supone una mayor productividad de los empleados.
Como veíamos en este artículo, la flexibilidad es una prioridad para los empleados. No en vano, «ayuda a compatibilizar el trabajo y las responsabilidades personales», como explicaba Paul Burrin, vicepresidente de Sage People, en un artículo. Según una encuesta de Sage People entre sus 3.500 empleados en todo el mundo, más del 80 por ciento concede mucha importancia al trabajo flexible y a distancia. A tenor de estas cifras, debería ser una prioridad no solo para empleados y empresas, sino también para las economías nacionales.
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