La sensación de unión es esencial para nuestro bienestar y productividad

Todavía es lamentablemente habitual leer proclamas sobre la muerte de la oficina. Por lo general, se adjuntan a una encuesta sobre el aumento del trabajo flexible o al caso de un espacio de trabajo desprovisto de mesas (o, lo que es más probable, de uno en el que no se muestre ninguna). Por supuesto, la conclusión real que podemos sacar de estas cosas es que la oficina, tal como la conocíamos, está ahora muerta o transformándose en otra cosa, pero eso es cierto para todos los aspectos de la vida moderna. El factor constante que asegura que las oficinas siempre existirán, de una forma u otra, es el ser humano que las habita.

Lo sabemos porque, como demostró Tom Allen en el MIT en la década de 1980, la gente se comunica peor cuanto mayor es la distancia física entre ellos. Investigaciones más recientes de la Universidad de Stanford demuestran cómo la idea misma de «unión» puede tener un impacto significativo en la forma en que las personas rinden. El estudio, de los investigadores Priyanka Carr y Gregory Walton, fue publicado en el Journal of Experimental Social Psychology y concluyó que «los signos sociales que apuntan a una invitación a trabajar con otros pueden alimentar la motivación intrínseca».

Según estos experimentos, el factor importante parece ser que la gente sienta que está trabajando junto a otros. A través de una serie de experimentos, se les dijo a los sujetos que estaban trabajando solos para resolver un problema dado o que estaban trabajando con otros en la misma tarea. Los resultados mostraron inequívocamente que aquellos a quienes se les dijo que estaban trabajando como parte de un equipo estaban significativamente más motivados y rindieron mejor que aquellos a quienes se les dijo que estaban trabajando aislados de los demás.

El panorama que surgió de los experimentos es complejo y los autores plantean la hipótesis de que son las claves sociales las más importantes, lo que significa que puede lograrse que los trabajadores remotos se sientan parte de un equipo. Pero las organizaciones y los individuos mantienen un apego a la unión física como una fuente de esas claves.

La importancia de la unión

Los beneficios de un sentimiento de unión pueden ser significativos. En la investigación de Stanford, los individuos a los que se les dijo que estaban trabajando juntos persistieron entre la mitad y dos tercios más en resolver un desafío que aquellos que creían que estaban trabajando solos. Además, también se mostraron más interesados en la tarea, generalmente se desempeñaban mejor en su realización e incluso mostraban menos signos de fatiga. En términos más generales, aparentemente mostraban una mayor dedicación a su trabajo. Los sujetos que creían que estaban trabajando en un equipo eligieron completar un 53 por ciento más de tareas relacionadas cuando se les pidió que lo hicieran dos semanas después.

«Nuestra investigación halló que las señales sociales que transmiten que otras personas nos tratan como si estuviéramos trabajando con ellas en una tarea (en lugar de trabajar en la misma tarea pero por separado) pueden tener efectos sorprendentes en la motivación», dijo Walton en su comentario sobre la investigación. «El simple hecho de sentir que se es parte de un equipo de personas que trabajan en una tarea hace que la gente se sienta más motivada a medida que se enfrenta a los desafíos».

Como sabemos ahora, las estructuras físicas no son necesarias para que este sentimiento de unión exista, pero ciertamente hacen las cosas más fáciles y mejores de maneras muy específicas. Esta es una lección difícil de aprender y no ha sido olvidada por los gigantes tecnológicos del mundo y otras grandes organizaciones que continúan invirtiendo fuertemente en los entornos físicos que necesitan para reunir a la gente en un solo lugar, incluso mientras trabajan para crear una nueva era del espacio digital. He aquí una lección para aquellos que todavía piensan que la oficina alguna vez será innecesaria.