No importa dónde y cómo compremos, los embalajes y envases nos rodean. En el supermercado, por poner un ejemplo entre mil, los plátanos vienen envasados aunque tengan cáscara. Y nuestro aperitivo favorito está en una bolsa en la que cabe el triple de contenido. Pero suele ocurrir lo mismo cuando hacemos un pedido en línea: a menudo recibimos paquetes que no solo son demasiado grandes para el contenido, sino que también incluyen toneladas de material de relleno. Los embalajes innecesarios son un problema enorme, ya que desperdician recursos que podrían haberse ahorrado y también crean residuos que podrían haberse evitado.
Un concepto lógico
El embalaje es también un asunto serio para Sedus. Por un lado, se deben consumir los menores recursos posibles; por otro lado, el cliente debe recibir su producto sin daños y no verse obligado a poner una reclamación por daños causados durante el transporte. La devolución o el intercambio de un producto siempre implica un esfuerzo logístico, que a su vez tiene un impacto negativo tanto en el medioambiente como en la economía. Por ese motivo, a la hora de embalar Sedus se rige por la siguiente máxima: Tanto como sea necesario, tan poco como sea posible. El embalaje utilizado debe proteger el producto y garantizar un transporte sin daños y, al mismo tiempo, evitar que se produzcan grandes derroches.
Así, por ejemplo, cuando enviamos cualquiera de los productos de nuestros programas de armarios a un destino en Alemania, prescindimos del típico envoltorio con papel film. Lo que queda es el embalaje mínimo y protectores principalmente de cartón. La silla giratoria quarterback sigue otro principio especial de embalaje y envío. Se entrega parcialmente ensamblada, lo que minimiza el tamaño del embalaje. Así, no solo se reducen los costos de transporte, sino también las emisiones de CO2. El destinatario puede luego montar los componentes de quarterback sin herramientas. En cuanto a los embalajes de cartón, Sedus también procura no utilizar nunca embalaje blanqueado y evita los estampados de colores. Se utilizan cajas de cartón estándar con una simple impresión en negro.
Acción sostenible: entonces y ahora
Sedus también ha ideado un concepto de embalaje seguro y ecológico para productos de grandes dimensiones como el cubículo se:cube. Dado que esta solución «room in room» está compuesta por un gran número de elementos y materiales diferentes, el reto es acomodar todo de una manera segura y que ahorre espacio, tanto las piezas pequeñas como los componentes de madera de gran tamaño y las superficies de vidrio. Así, se han establecido los siguientes requisitos para el embalaje: si es posible, debe estar hecho de materias primas renovables, adecuadas para su reutilización y reciclables para un uso único. Los se:cube de Sedus se entregan ahora en una paleta de madera de abeto procedente de explotaciones de silvicultura sostenible, la estructura de soporte en forma de A está hecha de aglomerado y se utilizan cartones grises como capas intermedias. Los elementos protectores de los lados frontales y el film de envoltura están hechos de PE. No se utilizan materiales compuestos, por lo que los diferentes materiales del embalaje pueden separarse y reciclarse fácilmente.
La sostenibilidad y el uso cuidadoso de los recursos no son nada nuevo en Sedus. Como dijo una vez Christof Stoll: «La ecología y la economía no se contradicen, sino que son partes indispensables de un todo». Por su compromiso y visión de futuro con respecto a la protección del medioambiente a nivel corporativo, Christof Stoll fue nombrado «Eco Manager del Año» en 1993. Unos valores que Sedus aún mantiene vivos hoy en día.
