Tipos de sillas de oficina para cada necesidad

No está claro cuántas de las 36,5 horas semanales que los trabajadores a tiempo completo pasan sentados en una silla. Sin embargo, se puede afirmar con cierta seguridad que la mayoría de los trabajadores pasan mucho tiempo en el trabajo sentados. Encontrar los tipos de sillas adecuados para los trabajadores de la oficina puede sentar las bases para una alta productividad, innovación y confort.

Esta completa guía le permitirá conocer todas las opciones disponibles y encontrar el tipo de sillas de oficina adecuado para usted y su empresa.

¿Cuáles son los tipos más comunes de sillas de oficina?

• Sillas de oficina de trabajo/operador: son el tipo más común de sillas de oficina que encontrará en el mercado. Son ergonómicas, adaptables y suelen tener un precio que oscila entre los 250 y los 400 euros.
• Sillas de oficina de diseño: son sillas de escritorio más caras y de alta gama, a menudo con tapizados de cuero o refinadas telas. Pueden costar hasta 1.200 euros y a veces más.
• Sillas de oficina con respaldo alto: Suelen estar diseñadas para seguir la curva natural de la columna vertebral y evitar encorvarse.
• Sillas ejecutivas: sillas de escritorio suntuosas con tejidos de alta calidad, brazos acolchados y múltiples funcionalidades.

¿Qué tipo de silla es mejor para una oficina?

Las sillas de oficina ergonómicas son el tipo de silla de oficina más popular y por una buena razón. Según el Diccionario de la RAE, el término ergonomía hace referencia al «Estudio de la adaptación de las máquinas, muebles y utensilios a la persona que los emplea habitualmente, para lograr una mayor comodidad y eficacia». Con frecuencia vemos sillas ergonómicas con respaldos altos de membrana, ajuste de altura, mecánicas de inclinación, función de giro y ruedas. Todas estas características están diseñadas para maximizar la comodidad de las personas que permanecen sentadas durante periodos prolongados.

Una silla ergonómica diseñada con apoyo lumbar no es solo un objeto confortable; puede ayudar a prevenir trastornos musculoesqueléticos, una serie de dolencias causadas por actividades de esfuerzo repetitivo que afectan a los huesos, los vasos sanguíneos, los músculos y los tendones.

Las sillas de oficina de membrana son apreciadas por su transpirabilidad, lo que las convierte en una excelente opción para quienes tienden a acalorarse mientras trabajan. El respaldo, forrado con este tejido en forma de malla, se combina con asientos acolchados para mayor comodidad. Las buenas sillas de oficina de membrana también están diseñadas pensando en la ergonomía. Algunas cuentan con un reborde de asiento inclinado para mejorar la circulación sanguínea y un refuerzo lumbar para minimizar el dolor de espalda.

Esta sería, en fin, la respuesta de manual a la pregunta de qué tipo de silla es la mejor.

Pero no todo el mundo elegirá este tipo de silla de oficina. Algunos trabajadores prefieren un diseño elegante y están dispuestos a renunciar a la comodidad. Otros prefieren sillas de piel o tapizadas que realcen la estética de su oficina. Hay muebles de oficina de todas las formas, colores y materiales para todos los gustos y necesidades.

Entonces, ¿cuál es la mejor respuesta?

La ergonomía es importante. Pero las preferencias de los empleados son aún más importantes. Su comodidad será un excelente predictor de la productividad en el espacio de trabajo. Si se tienen en cuenta sus preferencias, se creará una cultura de oficina saludable basada en la honestidad, la comunicación y la consideración genuina del bienestar de los empleados.

Qué hay que tener en cuenta al elegir los tipos de sillas

Elegir una silla es mucho más que escoger la más bonita o la más barata en una página web. He aquí algunos elementos cruciales que hay que tener en cuenta:

1. Apoyo lumbar: es la parte de la silla diseñada para mantener la región lumbar (inferior) de la espalda cómoda y alineada.
2. Altura del asiento: una altura de asiento que oscile entre los 40 y los 55 centímetros del suelo debería ser adecuada para la mayoría de las personas. Esto permite a los usuarios tener los pies apoyados en el suelo y mantener el cuerpo en una posición neutral. La mayoría de las sillas de oficina del mercado cuentan con un sistema ajuste de la altura.
3. Mecánicas giratorias: la capacidad de giro puede ayudar a la facilidad de movimiento. También puede ayudar cuando un trabajador alterna entre tareas.
4. Profundidad y anchura del asiento: la anchura típica de una silla es de 48 a 55 centímetros; la profundidad típica oscila entre los 38 y los 48 centímetros. Pero todo depende de las preferencias personales y del confort del usuario.
5. Reposabrazos/respaldo: algunas sillas disponen de reposabrazos con acolchado para lograr la máxima comodidad. Además, el respaldo puede tener una función de reclinación para movimientos más relajados. Normalmente, los vemos en las sillas ejecutivas más grandes.
6. Material del asiento: las sillas de membrana son flexibles y tienen una capacidad de transpiración óptima. Las sillas de oficina de piel o polipiel pueden tener cierta elegancia y son fáciles de limpiar. Todo es cuestión de lo que mejor se adapte al estilo de trabajo, al estilo personal o al de la empresa.
7. Ubicación: la silla debe estar en consonancia con la tarea que se va a realizar mientras se utiliza. También debe ser una extensión de su ubicación específica, como una sala de reuniones o una zona de espera.

Una vez que haya tenido en cuenta todos estos factores, puede empezar a buscar la silla de oficina adecuada.

El caso de las sillas de oficina no convencionales

La mayor parte de las empresas tuvieron que recurrir al teletrabajo en 2020. La humilde silla de escritorio quedó a menudo abandonada en una oficina desierta. Los empleados tuvieron que recurrir a sus propios medios para equipar despachos improvisados en casa y asientos temporales.

Esta situación se ha consolidado y traducido en un nuevo modelo de trabajo a distancia. En este caso, los empleados tienen total autonomía a la hora de elegir su asiento en el espacio de home office ya permanente en su hogar.

Tanto si han descubierto las virtudes de las mesas altas como si empezaron a trabajar desde sillas de «gaming», muchos trabajadores encontraron una nueva forma de trabajar que se ajustaba a sus necesidades. A continuación, algunos tipos de sillas que debe tener en cuenta si desea crear un entorno que promueva la inclusión y la productividad:

• Sillas de rodillas: silla de uso corto que resulta útil para el dolor de espalda.
• Sillas de montar: silla de uso corto que ayuda a la postura y al fortalecimiento del core.
• Sillas altas: complementan las mesas altas.
• Sillas confidentes: las sillas de visita suelen tener asientos acolchados, pero no están pensadas para sentarse durante mucho tiempo. Dependiendo de las prioridades de la empresa, se puede optar por la moda, la funcionalidad o la diversión. Incluso se pueden elegir sillas plegables que se puedan mover fácilmente en las salas de espera o en las zonas de recepción.
• Sillas con pelota de equilibrio: sillas de uso corto para involucrar y fortalecer los músculos del core.
• Sillas de asiento activo: Ayudan a promover los movimientos mientras se está sentado. También pueden ser útiles para quienes tienen problemas para permanecer quietos sentados.
• Sillas para sentarse de pie: apoyan el cuerpo tanto si se está sentado como de pie. Suelen parecerse más a los taburetes ergonómicos que a las sillas.
• Sillas grandes y altas: Útiles para usuarios de gran tamaño o altura.
• Sillas pequeñas: útiles para usuarios de dimensiones o alturas reducidas.

Tipos de sillas de oficina para todos

Cuando se trata de encontrar la silla de oficina adecuada, Sedus es un ejemplo de soluciones ergonómicas y con estilo. Descubra cómo Sedus puede personalizar su oficina compartida o su oficina en casa para satisfacer todas las necesidades de su empresa. Con la silla adecuada, usted, su empresa y sus empleados podrán empezar a desplegar todo su potencial.