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El bienestar en tiempos difusos

En un mundo en el que los límites entre el hogar y la oficina son cada vez más tenues, el bienestar debe determinar las estrategias corporativas.

En los últimos años, impulsadas por los cambios que se están produciendo y por los estudios en profundidad de los diferentes aspectos del trabajo, muchas empresas han comprendido que el bienestar de las personas no solo es una obligación legal e importante desde el punto de vista ético, sino que también es crucial para su éxito desde el punto de vista estratégico. Esto ha contribuido a la evolución del espacio de la oficina y su contaminación con espacios domésticos.

Productivos, tanto en casa como en la oficina

Aunque muchas organizaciones han entendido el principio del teletrabajo, se han producido muchos problemas, si bien las investigaciones sugieren que muchas organizaciones y sus empleados querrán adoptar un modelo mixto de trabajo (en la oficina y a distancia) después de la pandemia. Avanzaremos hacia un modelo de oficina «difusa» en el que la oficina y el hogar serán las dos principales ubicaciones físicas que conforman el ecosistema. En esta dimensión, en la que los papeles de la oficina y del hogar evolucionarán, las empresas tendrán que organizarse aún más en torno al bienestar en beneficio propio y de sus empleados y ampliar sus políticas al nuevo contexto para que no solo se disperse el trabajo en general, sino también el bienestar.

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Aquí presentamos algunos consejos:

  • Mobiliario cruzado
  • La oficina como plataforma social y de colaboración
  • Tecnología organizativa

Mobiliario cruzado

En el nuevo modelo «difuso», las fronteras entre el hogar y la oficina se difuminarán aún más que antes. Habrá que hacer que las oficinas sean tan acogedoras como los hogares y que los hogares sean tan eficientes como las oficinas. Las empresas utilizarán en la oficina un mobiliario adecuado para el trabajo que, al mismo tiempo, resulte también cómodo y acogedor. Por su parte, en casa las empresas deberán aconsejar y animar a los empleados a que el mobiliario en el que trabajen sea adecuado para el entorno doméstico, pero que también presente unas propiedades ergonómicas al menos tan exigentes como las de la oficina. Para que un mueble se adapte a diferentes entornos de trabajo, el uso de colores, diferentes materiales y acabados puede marcar la diferencia de estilo que se necesita, teniendo en cuenta que un espacio de trabajo confortable es fundamental para que nos sintamos cómodos y motivados mientras trabajamos.

La oficina como plataforma social y de colaboración

La oficina mantendrá como mínimo su papel de centro social para la comunidad de la empresa. Lo ideal es que este papel adquiera aún más importancia. Tanto por cuestiones de bienestar como de productividad. Las investigaciones nos muestran cuánto echan de menos los teletrabajadores la posibilidad de estar con sus colegas y el efecto que tiene en su motivación y sentido de pertenencia. Las nuevas formas de trabajo difuso dependerán de que las empresas apliquen políticas que alimenten las relaciones y la cohesión social y, con ellas, el bienestar de los individuos. Por ello, las empresas de la nueva era deberán transformar sus oficinas para centrarse en esta función social, acercando a las personas, construyendo y fomentando las relaciones y facilitando el trabajo colaborativo. El lugar de trabajo físico se centrará en los espacios compartidos que se ocupan del bienestar individual y del tejido social de la organización. Habrá una selección de áreas en las que las personas puedan reunirse, colaborar y socializar. Estas serán las funciones principales de la próxima generación de oficinas.

Tecnología organizativa

Gestionar el tiempo y el espacio en la oficina compartida es una necesidad de los empleados y un reto para las empresas. A medida que el trabajo en la oficina se flexibiliza, habrá cada vez menos puestos de trabajo asignados y cada vez más empleados querrán organizar su jornada de forma diferente. Para que los empleados puedan gestionar su tiempo y hacer frente a una situación tan dinámica, las empresas deben dotarse de programas informáticos y plataformas digitales. Con estas herramientas, los empleados pueden planificar su tiempo y espacio reservando puestos de trabajo en la oficina, por ejemplo, y gestionar mejor sus relaciones con los compañeros al saber dónde trabaja la persona que buscan y si está disponible. De este modo, las empresas pueden combinar el bienestar de los empleados con las exigencias del negocio.

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